miércoles, 4 de mayo de 2011

Volver atrás

Hace poco tiempo volví atrás,
me encontré conmigo
un poco mas joven
y de mirada perdida.

Le pregunté lo que mas quería,
agachó su mirada de niño y no supo que contestar.
Le dije que todo pasaría, pero que nada seria igual,
en el momento rompió en llanto, solo lo atiné a abrazar.

Me dijo que quería ser un hombre,
que quería cambiar.
Le dije que fuera un niño,
que el tiempo solo puede avanzar.

El pequeño secó sus lagrimas,
no supo que contestar.
Por culpa de su llanto,
mi corazón estaba hecho un mar.

Le dije que sería grande,
que nadie lo podría enfrentar.
Le enseñé que valiente es quien sonríe,
en vez de llorar.

Me miró dulcemente
sonreímos juntos.
Una misma carcajada,
idéntica y resonante.

Le dije que era tiempo,
que debía partir.
Preguntó si me vería de nuevo,
en cinco años respondí.

Dispuse mi marcha,
sin mirar atrás.
Lo que el pequeño no sabía,
que en persona no me vería jamás.

Cinco años, 
habrían de pasar.
Y No sería sino en un espejo,
en el cual se haría reflejar.



3 comentarios:

jaderock's dijo...

pero qué ternura tus letras, de repente me puse a pensar como sería encontrarme conmigo cuando tenía 10 años...cuático jajaja en fin, gracias por tus palabras :) y sí, normalmente si fumo cuando escribo, a veces no...los estados de nirvana como dices me llegan solos y son innatos pero les saco más provecho con un cigarro y al sol! Saludosssss y sigue escribiendo :)

Diego Allendes dijo...

Gracias :) , lo del cigarro fue solo una corazonada jajajaja :)

Valeria Ávila Castillo dijo...

Bellísimo, Dieguito.
Qué más fantástico que recuperar los añitos pasados de esta manera.
Y aunque me encantó del todo tu escrito, me quedé con esto para reflexionar: "Le enseñé que valiente es quien sonríe, en vez de llorar"... en la infancia, las lágrimas traducen esa tristeza enorme de las ausencias, lo inalcanzable, las frustraciones; más con el tiempo aprendemos que contener nos hace valientes, fuertes ante la adversidad. Quizá si nunca hubiésemos aprendido a contener, aún reaccionaríamos como niños, quizá también disfrutaríamos como niños.

¡Abrazote!

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