Hace poco tiempo volví atrás,
me encontré conmigo
un poco mas joven
y de mirada perdida.
Le pregunté lo que mas quería,
agachó su mirada de niño y no supo que contestar.
Le dije que todo pasaría, pero que nada seria igual,
en el momento rompió en llanto, solo lo atiné a abrazar.
Me dijo que quería ser un hombre,
que quería cambiar.
Le dije que fuera un niño,
que el tiempo solo puede avanzar.
El pequeño secó sus lagrimas,
no supo que contestar.
Por culpa de su llanto,
mi corazón estaba hecho un mar.
Le dije que sería grande,
que nadie lo podría enfrentar.
Le enseñé que valiente es quien sonríe,
en vez de llorar.
Me miró dulcemente
y sonreímos juntos.
Una misma carcajada,
idéntica y resonante.
Le dije que era tiempo,
que debía partir.
Preguntó si me vería de nuevo,
en cinco años respondí.
Dispuse mi marcha,
sin mirar atrás.
Lo que el pequeño no sabía,
que en persona no me vería jamás.
Cinco años,
habrían de pasar.
Y No sería sino en un espejo,
en el cual se haría reflejar.